Recordando a Mario Benedetti

Saturday, October 01, 2011




Arte: La Tierra es un hombre.
Roberto Matta





La Rosa de Gil de Biedma


“No es el mío este tiempo”
Jaime Gil de Biedma

“Llegó un tiempo llegó un tiempo en que es inútil morir”
Carlos Drummond de Andrade


Viví para confesar ante los detractores
el bárbaro espectáculo
de mi inocencia;
para llorar por la niñez
arrancada del útero materno
en la plena luz del maduro ocaso.
Igual de brusco
fue gritar más allá del cauce,
después del cansancio.
La eternidad
me sedujo al sueño
y mi piel se hizo innombrable
a las rosas metálicas,
como también,
al avaro perfume de mis sepultureros.

® Daniel Montoly


Vejez


Te hablo a ti, piedra del sacrificio
con la ira elemental
que dan los años.
¿Por qué te has hecho inmune
a mis dolores?
¿Acaso no ves, ni sientes,
cómo ante tus pies
he muerto
tantas veces? Y tú, vaca apacible,
pastando en el silencio
te conformas
con que haya un cielo
que acoja tus bramidos.

® Daniel Montoly


Vorágines

(I)

La voz del hombre se insurrecciona
ante el silencio de lo innominado
y rompe con los receptáculos
de su obediencia ciega
a lo perenne,
y exige a cambio
algún gesto de ternura
para seguir con el papel dócil de mascota
en lo que ha sido su larga servidumbre.


(II)


Por mis descuidos son suyas las columnas.
Ella regresa con el cansancio
reflejando su ira con férreos puños,
y hace patente su designio sombrío
mistificando su origen,
con el implacable desfile de los ataúdes
ante la orfandad de mis párpados.


(III)


Fue la inquebrantable desnudez de sus palabras
la que hizo sonar el cántaro,
óbolos del origen
por la infracción de la memoria colectiva
al no plegarse al linaje de sus altares,
sacrificándole sus hijos
para que vivieran sus dioses de sangre y barro
con sus célebres cantos profanos.


(IV)


Me levanto del lazo visual del abandono
para rescatar mi imagen del fondo del abismo,
cuestionado por el desasosiego
pero imperturbable.
Con las mejillas de cara al sol
y la espalda hundida en la tiniebla,
descenderé por la inexorable escalera
para borrar la sombra de las alas
tatuada por los siglos y por “los heraldos negros.”
Una mañana nacerá como un verde opúsculo
de las pisadas de los sueño.


(V)


Me nace una mariposa entre los dedos,
vuela celeste por los márgenes
y vuelve antes de caer la oscuridad
a posarse en su péndulo.
Liberada del cautiverio de mi sombra,
bate sus alas con la brisa,
y vuela, como un opúsculo del polvo
algún punto en la circunferencia...


® Daniel Montoly

Daniel Montoly (Montecristi, República Dominicana, 1968) estudiante de la carrera de derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Fue finalista en el concurso de poesía Latin Poets for Humanity, ganador del concurso de poesía de la revista Niedenrgasse y del "Editor's Choice Award" de The Internacional Poets Society. Ha publicado en el Primer Volumen de Colección Sensibilidades (España, Alternativa Editorial), Maestros desconocidos de la poesía contemporánea hispanoamericana (USA, Ediciones El Salvaje Refinado), Antología de jóvenes poetas latinoamericanos (Uruguay, Abrace Editores) y en Jóvenes poetas cantan a la paz (Sydney, Australia, Casa Latinoamericana). El Verbo Decenrrejado (Apostrophes Ediciones, Santiago de Chile) Antología de Nueva Poesía Hispanoamericana (Editorial Lord Byron, Lima, Perú) y en la antología norteamericana: A Generation Defining Itself- In Our Onw Words (AMW Enterprises, North Carolina). Algunos de sus poemas han sido traducidos al portugués, inglés y alemán. Colabora activamente con diversas publicaciones literarias y dirige el blog El Wrong Side, dedicado a la difusión de la literatura hispanoamericana.