Recordando a Mario Benedetti

Wednesday, November 23, 2005

La paz milagrosa.

 

La paz milagrosa.

Se levantó al llegar otra vez al mismo número de avemarías con sus repectivas glorias, tal como le habían enseñado en el catecismo.

Se llenó de pánico al escuchar las bruscas resonancias de las pisadas acercándose al dormitorio.
Cerró los ojos. Sus inocentes manitas cubrieron el lugar ofendido. Se sintió sucio mientras miraba al cielo con otros ojos.


Daniel Montoly © 2002

2 comments:

Anonymous said...

Cerró los ojos. Sus inocentes manitas cubrieron el lugar ofendido.

Cojonudo Daniel cojonudo.
¡Ay los seminales seminarios!

Daniel J. Montoly said...

Hace ya un tiempo que lo escribí, estaba enfrascado en publicar mini-relatos y se metió el disco por varios meses, pero luego perdí la onda. Los santos padrecitos, tal vez oraron al altísimo para que perdiera la inspiración, pero quedó este sulfato de su diablura con los niños.

Abrazos. Daniel