Recordando a Mario Benedetti

Saturday, August 22, 2015

LA POESÍA VISTA POR PEDRO MIR



La Poesía es un efluvio que emana de los versos. Un efluvio sutil, vaporoso, inefable. Sobre todo inefable. Porque son inefables las cosas que no pueden ser “fabladas”, o puestas en palabras.
Por ser así, la Poesía es ha ganado una cuestionable fama de misteriosa. No porque realmente lo sea (ninguna forma de la comunicación humana lo es), sino porque se más noble misión es dar a conocer lo nuevo, aquello que no ha sido divulgado ni conocido nunca. O sea, el misterio. Acaso por eso se la tiene por “misteriosa” cuando en realidad es al revés: es el misterio el que suele ser poético…

Pero lo más dramático de todo es que la Poesía se ve obligada a comunicar con palabras aquello que no puede comunicarme con palabras. Ni con palabras simbólicas ni con palabras lingüísticas. Precisamente, el misterio porque no puede ser puesto en términos de palabras…

Este conflicto ha nutrido las incontables frustraciones antiguas y modernas de la Estética, incapacitada por constituirse, y empecinada después de hacerlo a espaldas de las normas de la comunicación humana de mensajes. Ciertamente, sólo la Poesía y ninguna otras de las artes, incluida la literatura, se ve directamente enfrentada a este conflicto al que debe su origen. Y todavía no podemos decir que hayamos superado el siglo XVIII que la vio nacer, más allá de Kant, de quien se dice que dio el primer paso en el vacío…

¿Pero que dicen los poetas?

Sí, como decía Vico, “sólo conoce las cosas quien las construye”, debemos escuchar siquiera una vez a quienes la han construido, a los poetas, porque la Poesía no es obra de filósofos sino de poetas y, con excepción de Schiller, no se oye la voz de uno sólo en la historia de la Estética…

Pedro Mir
Reproducido de la antología: CANTOS DE CACIBAJAGUA, POETAS DE FÍN DE SIGLO EN SANTO DOMINGO.

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